Imagen bien pelotudonga como pa' hacé bulto. |
Muy bien señoras y señores! Volvemos a publicar algunas cosillas referidas a la banda preferida de los sordomudos, aunque a nadie le interese un cojón.
Como algunos sabrán, desde hace más de 8 o 9 meses estábamos enroscados en la producción de Casa de lombrices solitarias, el disco doble Juan Carlos Dedocorvo y sus Amigos Imaginarios. Pero entre las PCs que se rompieron, los archivos que se perdieron, las re-grabaciones y la misma existencia que fue restando significado a lo que estábamos produciendo, hicimos un parate en las grabaciones de Casa de... haciendo otras grabaciones nuevas!
Si bajaron los discos y tuvieron la paciencia de escucharlos enteros, sabrán que laburamos cada disco dentro de un concepto más o menos definido. Pues bien, dentro de la producción de Casa de lombrices solitarias quedaban algunos esbozos de canciones que en cierta forma no encajaban con el concepto de ese disco y, por otro lado, algunas nuevas fueron surgiendo (y que tampoco tenían nada que ver con el duplete) y que fueron dándole forma a lo que ahora estamos haciendo.
Digamos entonces que estamos a pleno con esta especie de EP largo (8 canciones) al que llamaremos En la ciudad de los perros suicidas. Particularmente me lo tomo un poco como despedida de una etapa, ya que tanto Casa de lombrices solitarias como las futuras grabaciones irán (si me preguntan hoy, ahora, YA) por otro lado. Así que si quieren pensar que El año de la suerte, Bolsa de huesos y En la ciudad de los perros suicidas es una trilogía, no me voy a ofender. Todo lo contrario, me imagino que un círculo de letras más o menos redundantes se cierra con este nuevo conjuntito de canciones.
¿Y de qué va En la ciudad de los perros suicidas? Bueno, algunas letras están basadas, más o menos literalmente, en una serie de hechos extraños (y reales) que se produjeron en base a la construcción de la explanada del Parque España de Rosario, hace ya bastantes años. Se supo que cuando la explanada estuvo finalizada muchos perros callejeros que andaban por ahí elegían ese lugar para suicidarse. Suena extraño dicho así, pero los pichichos vagabundos se tiraban al río sin aparente explicación. Recuerdo que hubo apenas un poco de polvareda al respecto, y la teoría que se impuso (en realidad a falta de alguna otra), fue que la explanada estaba diseñada de tal modo que generaba una ilusión óptica en los perros, los cuales creían que explanada y río eran la misma cosa y por ende seguían caminando y plum! caían al río sin salvación.
De más está decir que jamás se resolvió el tema y así como en una época muchos perros se murieron ahí, así también dejaron de hacerlo y todo quedó en el olvido.
Entonces, resumiendo ¿es un disco acerca de Rosario? Sí y no. Bah, yo que sé. La ciudad de los perros suicidas definitivamente no es Córdoba. A Córdoba siempre me la imaginé como una ciudad soñada por un monstruo. Y más allá de la aparente justificación del nombre del disco, estamos hablando más que nada del cadáver de un dios que cae del cielo a una ciudad en donde los perros se tiran al río. Cae en forma de lluvia y las gotas de agua generan visiones estrambóticas en la gente. También estamos hablando de un lugar y una situacion en particular vivida en un fin de semana, estamos hablando de tratar de ver al pasado y resistir los tomatazos, estamos hablando de muchas cosas y de nada al mismo tiempo. Esto es Dedocorvo, así que no se sorprendan si el absurdo y la estupidez se mezclan con la tristeza y la violencia como si estuviéramos preparando un fernet con coca en el medio de un incendio.
Ya empezamos a grabar las voces, así que muy pronto (espero) vamos a empezar a subir más novedades.
Gracias por leer!
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